Cuando en 2003 se creó la Asociación Hombre y Territorio, uno de los proyectos que más ilusionaban a Víctor Gutiérrez Alba, su presidente y fundador, era el crear una revista de divulgación ambiental para cubrir las necesidades de información y canalización de muchos investigadores, naturalistas, aficionados en general, que demandaban (y demandan) nuevas fórmulas donde plasmar e informarse de las investigaciones que se realizan sobre el patrimonio natural en Andalucía, sin perder el rigor, incluso el lenguaje y estructura científica, pero facilitando la comprensión de los conceptos, ideas o hipótesis que se plantearan.

La idea era muy buena, e inmediatamente Víctor, Miguel (Aguilar Domínguez) y David (León Muez) se pusieron en marcha: redactaron normas de publicación, mandaron escritos y e-mails a conocidos e investigadores y pusieron anuncios en las facultades de biología, historia del arte y geografía de Sevilla, buscando “llenar” ese primer número que impulsara el proyecto y consiguiera dar a conocer la revista y la Asociación, recién creada.

Como bien apunta nuestro investigador invitado en este “por fin” primer número, la aventura no era tan sencilla: escasos compromisos, falta de tiempo, problemas con la edición y promoción, hicieron que finalmente, tras recibir únicamente dos artículos, el proyecto se aparcara hasta que se tuviera de nuevo la fuerza necesaria para emprender la tarea de convencer a nuevos interesados. Han pasado seis años, la Asociación se ha afianzado, y de nuevo se remueve la idea de la revista. Gracias a las inquietudes generadas por la entrada de nuevos colaboradores y proyectos de investigación, se trae otra vez la necesidad de canalización de ideas, tanto propias como de los contactos que, con los años, se han generado en los trabajos que cada uno realiza. La formación científica de sus impulsores ha influido en su afán por conseguir dar la mayor difusión posible a trabajos científicos, tan aislados en los círculos profesionales de las distintas áreas. En demasiadas ocasiones, pensamos, tras muchos esfuerzos por parte de jóvenes y no tan jóvenes investigadores, los artículos quedan relegados a lecturas puntuales por parte de un número contado de colegas y/o expertos; incluso muchos datos interesantes se quedan en el tintero por no pasar los filtros de muchas revistas o por no tener muy claro donde canalizarlos.

Es así como Patricio (Peñalver Duque), Alejandro (Terrón Sigler) y David se ponen fecha y comienzan a trabajar: contactan y hacen contactar al resto de colaboradores de la Asociación con investigadores pertenecientes a destacadas entidades españolas para que escriban en el primer número: “venga, si la idea es buena...”, “...nos encantaría que estuvieras en el primer número”, “creo que tu trabajo encaja perfectamente en la revista”, “podrías dar a conocer tu investigación a los no expertos en la materia” y cosas por el estilo, además de mucha perseverancia, han sido las que han conseguido que finalmente el proyecto vea la luz.

Desde aquí queremos agradecer sinceramente a todos vosotros, autores de los artículos y resúmenes de este primer número, que hayáis hecho el esfuerzo en tiempo, datos y expresión, confiando en nosotros, para que la revista pueda despegar. Nuestro compromiso al crear este medio de difusión, novedoso en su campo, es la difícil tarea de mantener el rigor e interés científico unido a los textos divulgativos, por mucho tiempo.

Esperamos sinceramente que haya valido la pena y que el resultado, tanto visual como de difusión y aceptación, esté acorde a vuestras expectativas. Nosotros pensamos que sí.

Enhorabuena a todos/as y gracias de nuevo. Víctor, lo hemos conseguido.